Las largas colas al frío no solo son para conseguir el último modelo de iPhone. Mientras que elegir un par de zapatillas puede ser tarea complicada para muchas personas, para un sneakerhead no hay mayor alegría que un par de zapatillas nuevas. Hoy en Dacks nos adentramos en la cultura sneaker.
La historia de la cultura sneaker
De los B-Boys a los Sneakerheads
La cultura sneaker comenzó a finales de la década de los 70 en Nueva York, como parte del movimiento b-boy y del hip-hop. La ropa urbana era toda un emblema para distinguirse del resto de subculturas y las zapatillas comenzaron a ser personalizables, ya fuese combinando los colores de cordones o pintando las rayas de un par de Adidas.
En cuanto un b-boy encontrase unas zapas que le gustasen, compraría un par de más para poder tenerlas a mano cuando los viejas se desgastasen.
La revolución de las Air Jordan
La verdadera moda de coleccionar sneakers llegó a los Estados Unidos cuando Nike y Michael Jordan introdujeron las Air Jordans en 1985.
Ya podían salir a más de 100 dólares el par, que no había tienda en las que estas zapatillas de baloncesto durasen demasiado tiempo en la estantería. Las Jordans se convirtieron rápidamente en todo un icono de la cultura sneaker.
Nike seguía produciendo nuevos modelos de Air Jordan cada año. Las zapatillas fueron tan populares, que a principios de los noventa, 1 de cada 12 estadounidenses tenía un par.
Sin embargo, la popularidad de las Jordans creó una reacción algo violenta entre los aficionados a las zapatillas de deporte, que siempre quisieron que sus sneakers destacaran entre el resto. Estos sneakerheads comenzaron a rebuscar en los cuartos traseros de las zapaterías más vintage para encontrar estilos que ya no se crearan.
Y de la calle a las tiendas
Cuando las empresas descubrieron hasta dónde llegaba la cultura sneaker y lo pagaba un coleccionista por un par de zapatillas únicas, comenzaron a producir las llamadas “colorways” de edición limitada, un término utilizado para describir zapatillas con diferentes colores y materiales disponibles. Ahora casi todas las grandes marcas ofrecen combinaciones de colores de edición limitada.
Normalmente, estas colorways se producen en tiradas muy limitadas (suelen hacerse menos de 500 pares de zapatillas) y solo están disponibles en tiendas especializadas donde se venden por encima del precio de venta que realmente tienen.
Pero esto no es todo, hay zapatillas coleccionables aún más raras que hacen que los sneakerheads se vuelvan realmente locos. Algunas de ellas son las ediciones “Friends and Family”, normalmente creadas para alguna celebrity. Estos diseños se limitan generalmente a menos de 100 pares, por lo que alcanzan precios altísimos en el mercado de coleccionistas.
Hoy en día, no es raro que un sneakerhead tenga más de 50 pares de zapatillas, incluso con modelos que nunca hayan sido usadas (y que probablemente nunca lo harán).